el trap en argentina
Sorpresa.
Esa es la palabra que todos usan para intentan explicar la explosión del trap
en Argentina, que constantemente suma
exponentes, público, canciones y, por sobre todo, millones y millones de
reproducciones en las distintas plataformas.
Es el
sonido del momento y en Argentina el exponente es Duki, que con 22 años logró
ponerse a nivel de los referentes mundiales: su tema She Don´t Give a FO suma 150
millones de reproducciones en YouTube. Una cifra que envidiaría cualquier
estrella mundial.

Hace menos de un año que explotó
este nuevo fenómeno musical que tiene sus orígenes en los años 90’ en el
sur de los Estados Unidos, con la ciudad de Atlanta a la cabeza, y
que sumó ritmos del reggaetón, la electrónica y, aquí también, del rock.
Las voces surgieron de las riñas de gallos, propias del rap.
Con el puertorriqueño bad
bunny como principal exponente internacional, en la Argentina el primer éxito
de trap fue B.U.H.O, publicado el año
pasado. Midel, Arse y Khea son los intérpretes y Omar Varela, el productor.
“Antes había temas de trap volando por ahí pero tenían otra calidad de sonido.
Este es medio rockero, con electrónica y hip hop. Pegó mucho. La empezaron a
pasar en los boliches y superó las visitas de cualquier otro tema de trap
argentino”, cuenta Omar.
Irione va por más: “Las letras son
muy vacías. Está muy pegado al reggaetón. Porque cuando querés hacer contenido
dentro del trap, pasas a hacer rap”. Y va por más: “Acá el que tiene que
llevarse los honores es el productor, porque trap puede cantar cualquiera. Usas el Auto-tune, haces cosas raras, te
tatuás la cara y listo. No
es una ciencia. Va agarrado de la estética... Los tipos entran por imagen y le
apuntan a los adolescentes. Nosotros esta ya la vivimos con los Backstreet
Boys. A los pibes se los puede engañar con las reproducciones y eso, pero a la
gente más grande no”.

Eso
sí, asegura: “Gracias
al trap nos dieron un tubo de oxigeno abajo del óceano a los raperos. Porque los pibes que escuchan
trap quieren ir a buscar a otros artistas y atrás no hay nada. Ahí aparecemos
nosotros”.
Varela, de 20 años, es el fundador del sello Mueva Records y uno de los mejores creadores de beats (base rítmica) del género. Su relación con la música comenzó con clases de piano y luego pasó por el conservatorio, pero el oficio de productor lo aprendió mirando tutoriales de YouTube. Produjo metal, cumbia, electrónica y “en un momento me volqué a la música urbana y pasó lo que pasó”. Realizó junto a Duki Hello Cotto, que superó las 51 millones de reproducciones en una de sus tantas versiones, y luego con Khea, Duki y Cazzu el hit Loca, que catapultó al trap nacional a todo el continente y Europa.
“La calidad de sonido y el estilo que impusimos fue aceptado por la mayoría del público argentino”, cuenta Omar, sobre el furor –en su gran mayoría- de jóvenes y adolescentes de todos los estratos y sectores sociales.
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